¿Cómo el pensamiento computacional se ha convertido en una competencia clave para los tiempos que corren?
Este post tiene su origen en la pregunta que, con el mismo enunciado que el título de este artículo, me hacen para la presentación del libro "Tecnologías en (y para) la educación" y del máster EduTIC, ambos de FLACSO.
I
Entre el quinto y tercer milenio antes de Cristo se
desarrolla, primero en Mesopotamia del Sur y luego en amplias zonas que hay
entre lo que hoy es Siria e Irán, un tipo de escritura basada en símbolos
abstractos similares de los que hoy constituyen el código alfabético latino, el
griego, el cirílico o el arameo. Es un código que supera las distintas escrituras ideográficas anteriores y posteriores, permitiendo la complejidad de expresar
circunstancias, cualidades, acciones e ideas, modificándolas en función del tiempo,
del modo, de la intención, del grado de desarrollo y de otros rasgos.
Es la escritura cuneiforme
Tableta del periodo Uruk (3800 a. C. a 3200 a. C. https://es.wikipedia.org/wiki/Per%C3%ADodo_de_Uruk
)
Fuente BBC News https://www.bbc.com/mundo/noticias-39781154
Tablilla con los primeros himnos compuestos por Endehuana (siglo 23 a.C. en
la antigua Mesopotamia) en honor a su padre.
Crónicas de
Sargón. Hace 4.690 años (data del 2.670 a C), sobre hechos de hace más de 4.700
años. Escritura cuneiforme sobre arcilla sometida después a cocción.
Fuente: Propia
Con esta escritura, la cuneiforme, por primera vez la humanidad se expresaba mediante códigos abstractos desprovistos de una referencia ideográfica. La comunicación entre las personas quedaba liberada de contingencias. Nadie, para comunicarse, necesitaba habilidades de dibujante y se podían representar objetos y expresar acciones. Haciéndolo todo todo ello matizando y graduando todas las cualidades, atributos y circunstancias. Las visibles y las invisibles. Alguien podría preguntar qué sentido tendría educar a las personas en el uso de esta escritura y qué beneficio tendría. Resulta obvio ¿no? Sus posibilidades de relación, comunicación e influencia en el espacio y en el tiempo rompían todos los límites.
Pues bien, el día 8 me preguntan algo parecido sobre el Pensamiento
Computacional en la presentación del libro y del máster de FLACSO: la respuesta será una síntesis de esta entrada. Utilizaré estas imágenes y estas referencia.
II
Veamos ahora otro hito
en la formulación de códigos de escritura, esta vez numérica, que cambia
radicalmente la humanidad y la ciencia. Se trata de la escritura posicional de
números y la facilidad consiguiente para construir y usar los algoritmos de las
cuatro reglas aritméticas básicas.
Hasta el Renacimiento en
Europa, la ciencia, el arte y la arquitectura tienen que utilizar los números romanos
para sus cálculos. Miguel Ángel usa números romanos con artificios acumulativos
para construir la cúpula de San Pedro. Algo parecido hace Brunelleschi para la cúpula de Santa María de Fiore. Aún no se ha
generalizado el método importado por Leonardo Pisano, Fibonacci, para
representar los números y hacer las operaciones aritméticas. Ni que decir tiene que algo parecido fue lo que tuvieron que hacer los arquitectos romanos y lo que utilizaron para diseñar la cúpula
del Panteón, en Roma.
Con esto sólo queremos señalar
las dificultades que había para representar las medidas y hacer operaciones con ellas utilizando
el sistema de números romanos, vigente aún en Europa, hasta que Fibonacci
impuso la escritura llamada árabe. Aunque en realidad se trataba de la notación hindú-persa, introducida por al-Khwārizmī
en la ciencia árabe y difundida a través a través de ella en todo el mundo conocido entonces, hasta Europa.
Muestra de esta dificultad nos las dan los cálculos de Miguel
Ángel en los bocetos de la Casa Buonarroti en Firenze.
Donde se observa el proceso de acumulaciones en la primera figura, y la tímida
aparición de guarismos arábigos en la segunda:
Figura1
Fuente: Michelangelo Buonarroti, estudios de arquitectura, Firenze, Casa Buonarroti, CB 76Ar, detalle. https://www.researchgate.net/publication/279278389_On_Architectural_Practice_and_Arithmetic_Abilities_in_Renaissance_Italy/figures?lo=1
Vemos como,
con respecto a la suma, Miguel Ángel, utilizó un método harto laborioso que se se
ha definido como 'acumulación', mediante el cual indicaba cada unidad con un
signo y luego procedía a hacer la suma contando todos los signos (Maurer 2004: 194-195),
como en la Figura 1. Además,
en la misma Figura 1,
se puede ver cómo también mezcló números romanos e hindúes-árabes: 646 es la suma
de todos los signos de la izquierda, donde marcó las centenas. Está escrito con
centenas romanas e hindúes. El uso sistemático de este método también está
confirmado en otros bocetos, donde Miguel Ángel tuvo que sumar varias cantidades
repetidas y, en lugar de usar la multiplicación y la suma, procedió a emplear
su propio sistema de acumulación.
Para multiplicar, Miguel Ángel recurrió a un sistema
visual-geométrico igualmente confuso, construyendo cuadrículas con lados de
tantas unidades como valores hubiera para multiplicar y luego contando el
número de cuadriculas resultante. Transformó igualmente la multiplicación en
acumulación. Con esto queremos manifestar las grandes dificultades que
tuvo que afrontar el genio con un sistema numérico a todas luces insuficiente y
los artificios que tuvo que emplear.
Se ve que es una época de transición en la que coexistía todo. Así, por ejemplo, como se percibe en la
Figura 2, donde necesitaba calcular las áreas
de superficies de varias paredes, mezcla números romanos con arábigos y con
palabras: en el lado izquierdo, escribió en letras 'pared de veintiocho brazos
de largo y seis de alto' ('parete lunga venti octo braccia e alta sei') y
dibujó una cuadrícula de 28 × 6; también hay una cuadrícula de 24 × 17,
mientras que, en el lado derecho, hay otra con 432 unidades. El resultado lo
escribe de nuevo arriba con las centenas en números romanos y las decenas en
números arábigos hindúes.
Figura 2. Fuente: Michelangelo Buonarroti, 'Acumulaciones' y estudios de arquitectura, Firenze, Casa Buonarroti, CB 75Av, detalle. https://journal.eahn.org/articles/63/print/
Manuscrito Bakhshali
Lo que hemos visto de Migfuel Ángel es del siglo XVI, del Cinquecento. Los resultados de Fibonacci son de finales del XII y principios del XIII. Pero la primera vez que aparece el cero y la notación posicional es en una fecha que, según las dataciones que se hacen, puede ser en una fecha situada entre 224–383, según unos, o entre 885 y 993, según otros. Las fechas están disputadas por razones metodológicas (Son resultados de análisis de carbono propuestas respectivamente por Plofker et al. 2017 y òr Houben 2018 §3 )
Se trata del conocido como Manuscrito Bakhshali:
Fuente: Documento científico extenso sobre el manuscrito https://archive.org/details/onbakshalimanusc00hoeruoft
Como curiosidad diremos que la primera vez que aparece el
cero como guarismo, tal como lo conocemos hoy, es en una
inscripción en el templo Chaturbhu, que podemos observar en la imagen siguiente. Pero
lo importante es que vemos las cifras escritas perfectamente en la notación
posicional que hoy conocemos. Es a finales del siglo IX, en el año 876.
Trescientos años antes de su incorporación por Fibonacci en Liber Abacci, y
unos 650 antes de que empezaran a utilizarlos los arquitectos renacentistas.
Fuente: Inscripción del cero en el templo Chaturbhu.
Crédito: Gwalior Knowledge Foundation
También en el Instituto Snthsoniano
En el centro de la imagen aparece claramente 270.
Es decir la aparición
más antigua que conocemos del símbolo “0”, y de la notación posicional tal
como la conocemos hoy en día, es del
siglo IX. Se encuentra en Gwalior una
ciudad a 400 km al sur de Delhi. En la misma inscripción se indica el año: 876. Dice
“se plantaron unos jardines de 187 por 270 hastas (medida india que equivale a
casi medio metro), de manera que podrían producir suficientes flores como para
dar 50 guirnaldas al día a los empleados del templo Chaturbhuj”. En la
inscripción, tanto el 270 como el 50, están representados casi como lo escribimos
en la actualidad. Un pequeño detalle, el 0 es algo más pequeño y está ligeramente
elevado, casi como un indicador de ordinal.
El símbolo es hindú-persa-árabe, pero la palabra,
cero, es de Fibonacci, que comenzó a usar la palabra zero para
designar el símbolo de la nada. Originalmente era sifr, vacío en
árabe, de ahí paso al latín zephyrum, zefiro en italiano y
contraído en el zero veneciano. Palabra con la que Fibonacci bautizó el
“0”.”
Todo
esto lo recogió en 1202, a los 32 años de edad, en el Liber abaci ,
donde publicó lo que había aprendido en sus viajes y estancias a través de
los países del Mediterráneo para estudiar con los matemáticos
árabes.
Pero lo
importante son la notación numérica posicional y los algoritmos de las
operaciones, que se las debemos a al-Khwārizmī.
El matemático persa Muḥammad ibn Mūsā al-Khwārizmī, alrededor
del año 820, en su libro conocido como Al-Jabr
estableció el Álgebra como una nueva área de las matemáticas. De hecho, el
nombre álgebra deriva
de la palabra al-ğabr en
el título del libro.
A
Al-Khwārizmī a menudo se le llama el padre del álgebra. Y básicamente es
conocido por ello.
Realmente
el libro se llama de Al-Kitab al-Mujtasar fî Hisab al-Gabr wa'l-muqabala (الكتاب المختصر في حساب الجبر والمقابلة, o simplemente y de forma corta Al-Jabr ), que se traduce como El libro de compendios sobre Cálculos de
finalización y el equilibrio.
Es un libro pensado para resolver
problemas prácticos, como por ejemplo los de contabilidad, pero en él se muestra
cómo resolver ecuaciones lineales y cuadráticas, cómo calcular el área y el
volumen de ciertas formas geométricas, e introduce el concepto de
"equilibrio" al resolver ecuaciones: Álgebra.
Sin
embargo, de toda la producción de al-Khwārizmī, lo que más alcance y repercusión tiene en la posterioridad es el
trabajo de transmisión de todo el corpus de notaciones y procedimientos aritméticos,
incluidos los algoritmos actuales y clásicos de la suma, la resta, la
multiplicación y la división, desde la matemática hindú a la matemática
árabe. Corpus de saberes y procedimientos que después fue introducida en Europa
por Fibonacci, dando lugar a la cultura matemática tal como hoy la conocemos:
Basada en la escritura posicional de números utilizando el sistema decimal.
Corpus
cuya adquisición constituye la alfabetización en la cultura occidental, y ahora
mundial, en la que se integran los individuos desde el Renacimiento.
Adquisición que se produce junto con la lectura y la escritura. Son las tres
erres: wRiting, Reading and aRithmetic (escribiR, leeR y aRitmética).
Veamos
cómo se hizo.
Alrededor del 825 d.C. (Nabirahni, Evans & Persaud, 2019),
al-Khwarizmi escribió el manuscrito al-Jam 'wa al-Tafriq bi Hisab al-Hind,
traducido como El libro de la suma y la resta según el cálculo hindú
(Evans, 2014; Gillispie, Holmes, Koertge, & Gale, 2008; Stewart, 2017). El
texto fue la obra más influyente de al-Khwarizmi, su influencia e impacto ha permanecido
durante los cientos de años que han pasado desde entonces (Stewart, 2017) sin
perder ni un ápice su influencia, como hemos dicho constituye una de las dos
bases que constituyen la actual alfabetización. Durante la Edad Media en Europa,
el texto se tradujo al latín y se compartió ampliamente porque mostró a los
europeos un método novedoso para realizar operaciones aritméticas. La versión
original de este texto se ha perdido, pero la versión latina aún existe
(Gutstein & Peterson, 2013), se le conoce como "Algorithmi de
Numero Indorum" y popularmente por sus dos primeras palabras: "DIXIT
algorizmi". De cuyo original en Cambridge, University Library reproduzco
la primera página (fIgura
3).
En este libro, al-Khwarizmi introdujo el sistema decimal, creado por matemáticos hindúes en el siglo VI, y agregó cero al sistema para completarlo (Aksoy, 2016; Baharuddin & Wan Abdullah, 2014). El concepto de cero como número y como marcador de posición no debe tomarse de forma trivial, como frecuentemente se hace. El concepto de cero es una de las ideas más importantes en matemáticas en muchos aspectos pero particularmente en relación con nuestro sistema numérico. De forma banal se adjudica una importancia desmedida al símbolo equivalente al cero que aparece en culturas aletradas para representar una cantidad vacía. Pero cuando hablamos del cero hindú-persa-árabe-Fibonacci estamos hablando del cero posicional, es decir de 10, 100, 1000 y en general de las potencias de 10, que es lo que representa el guarismo 0 según donde vaya colocado. Este concepto de 0 va indisociablemente asociado a la escritura de números posicional y a los algoritmos aritméticos.
III
Veamos ahora que relación tiene esto con la nueva
alfabetización que supone el pensamiento computacional.
La idea más extendida sobre lo que es la alfabetización digital
(Digital Literacy) es que consiste en una trasposición (UK Government, 2015
p.7) de lo que hemos entendido tradicionalmente por alfabetización a lo
que sucede con la cultura digital.:
So literacy in its fundamental sense is the sharing of meaning
through language.
A lo
largo de la historia de la Humanidad se han ido sucediendo distintas alfabetizaciones
y todas han tenido una significación común y un mismo sentido: Han supuesto una
adaptación, de la forma en que los humanos se comunican y representan la
realidad, a los nuevos medios de comunicación, representación y proceso de la
información que han dispuesto.
Pero sobre todo en la necesidad de educar a masas o colectivos
de individuos, que constituyen el sujeto de una cultura, para que incorpore las capacidades de utilizar unos códigos de comunicación para relacionarse socialmente y para progresar en en su desenvolvimiento científico,
profesional-laboral y personal
Sobre lo que ha supuesto la adaptación a los nuevos medios que
soportan esos códigos de comunicación y a cómo circulan ya hemos hablado
suficientemente en otros lugares (aquí, aquí y aquí). Ahora hablaremos de alfabetización
como aprendizaje de esos códigos, de sus reglas (cuál es la nueva gramática, la
nueva sintaxis, su ética, sus estilos,… ), de su uso eficiente, pero sobre todo
de cómo se adquiere, cuáles son los rudimentos equivalentes a los de la lecto
escritura.
Al igual que sucede con la escritura, aprenderla no es saber
utilizar los instrumentos el lápiz, el papel, el cuaderno y la goma de borrar.
Es una serie de habilidades muy complejas en las que se moldea el cerebro
humano, se configura, para comprender los mensajes y para elaborarlos en cada situación y para
cada objetivo.
Por tanto, el pensamiento computacional no consistirá sólo en la
adquisición de lenguajes de programación y de sus reglas y procedimientos,
tampoco el conocimiento de las máquinas y de los sistemas de redes, de los
soportes y del proceso de la información. Eso es Informática. El pensamiento
computacional serán al menos los dieciséis elementos que en otros lugares hemos
considerado con sus correspondientes capacidades, junto con la destreza para utilizarlos
en los momentos adecuados, con autonomía y con la capacidad suficiente para
resolver los problemas concretos o para analizar la información que se nos
suministra. De igual forma a como saber leer no es sólo reproducir un mensaje,
sino comprenderlo y aplicarlo de forma adecuada.
En los procesos de alfabetización que han sido motivados por los
hechos vistos más arriba ---la escritura conceptual, abstracta, no ideográfica,
la que da origen a las palabras alfabetización y alfabeto, y la notación
posicional de los números con la facilidad para los algoritmos básicos de las
operaciones aritméticas--- se han repetido esencialmente las mismas características:
En ambos casos todas las manifestaciones
sociales o individuales, el cómo la gente se expresa, cómo se produce el
intercambio de bienes y servicios, cómo queda registrada la propiedad, las
ciencias, la medicina, cómo la gente accede al poder y a la riqueza, la
promoción interclase, queda fuertemente determinada por las capacidades que los
individuos han adquirido en el manejo del código que constituye la cultura y
que se adquiere con la alfabetización, la adquisición de esas habilidades. La
de la lectura, escritura las matemáticas y, ahora, las habilidades
computacionales.
En general, cada uno de los cambios vistos implica una cultura epistemológica
completa
El tercer cambio también
lleva consigo la aparición de una cultura epistemológica, con la consiguiente alfabetización,
que va vinculada al desarrollo y la generalización de los medios y de las redes
digitales, que apareció con la informática personal, la Internet, y continuará
con la IA y el blockchain posiblemente, entre
otros medios.
La
principal característica de la ‘sociedad del conocimiento’ (Stehr, 2003 a
través de Zapata-Ros, 2013) es la transformación radical y progresiva de la
estructura económica de la ‘sociedad industrial’, en un sistema productivo
basado en factores materiales hacia un sistema en el que los factores
simbólicos basados en el conocimiento son dominantes. Factores cognitivos, de
creatividad, de conocimiento y de información contribuyen cada vez más a la
producción y a la distribución de la riqueza en las sociedades y al bienestar
de los individuos. Otra característica clave es la progresiva adquisición de un
carácter científico de áreas de actividad de la sociedad (Zapata-Ros,
2013).
Como
en los casos anteriores no solo cambia cómo se representa, cómo circula el
conocimiento, y cómo lo usan los individuos para relacionarse y para otras
funciones básicas, sino que afecta a la naturaleza más profunda de las
actividades humanas: Las económicas, las sociales, las científicas, … No hace
falta extenderse. Pero en este caso el individuo no solo recibe, incorpora o
gestiona el conocimiento, sino que lo crea.
La realidad se escribe en códigos informáticos, no solo en
códigos textuales o literarios. Para acceder a cualquier trabajo es
imprescindible una serie de competencias nuevas. Son las competencias
computacionales, o digitales. Pero no sólo de usuario, no basta con usar los
medios, también hay que conformarlos, a algún nivel, aunque sólo sea para
filtrar la información o para interrogar a las bases de datos, o para crear
metainformación eficiente, hace falta un conocimiento de codificación, de
programación. Esta es la nueva competencia clave en la nueva alfabetización,
como antes lo eran la lectura, la escritura o el cálculo.
En
todos los casos, en todas las culturas epistemológicas, y la digital es la
última, hay una serie de rasgos que son conformados de forma diferente: Qué
determina las competencias básicas que han de adquirir los individuos, qué
sectores sociales, las adquieren y para qué, cuáles son esas competencias
claves y básicas, y cuál es la tecnología de soporte y de comunicación del
conocimiento.
Así, según esta idea, la Alfabetización Digital consiste en la
adaptación y la capacitación de los individuos para esas funciones de
comunicación, representación y proceso a las coordenadas de la revolución
tecnológica y de la sociedad de la información, consideradas, en sentido no
estrictamente tecnológico, como una revolución de medios de comunicación y de
difusión de ideas.
En
todas las aproximaciones a través de las ideas más importantes o significativas
sobre la alfabetización digital se coincide pues con el patrón de adaptación de
la idea existente sobre alfabetización a una nueva cultura epistemológica.
En el
resto
de trabajos sobre este tema nos hemos acercado progresivamente a la
idea de pensamiento computacional como conjunto de elementos, o de formas
específicas de pensamiento, que sirven para resolver problemas en diversos
ámbitos.
Lo
que se propone ahora es la idea de un pensamiento computacional fuertemente
relacionado con la Alfabetización Digital, en el sentido de que está
constituido por competencias clave que sirven para aprender y comprender ideas,
procesos y fenómenos no sólo en el ámbito de la programación de ordenadores o
incluso del mundo de la computación, de Internet o de la nueva sociedad del
conocimiento, sino que es sobre todo útil para emprender operaciones cognitivas
y elaboración complejas que de otra forma sería más complejo, o
imposible, realizar. O bien, porque sin estos elementos de conocimiento, sería
más difícil resolver ciertos problemas de cualquier ámbito no solo de la vida
científica o tecnológica sino de la vida común. Como dijimos se considera como
un conjunto de habilidades esenciales para la vida en la mayoría de los casos y
como un talante especial para afrontar problemas científicos y tecnológicos.
Referencias.-
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Baharuddin, M., & Wan Abdullah, W. (2014). The Book
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Society? Notweindigkeit einer Neuorientiierung. Mössingen-Talheim: Talheimer
Verlag. http://www.researchgate.net/publication/266615013
Stewart, I. (2017). Significant figures: the lives and work
of great mathematicians. New York, NY: Basic Books.
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